Souffle de Queso

Ingredientes

1 y 1/2 taza de leche fría.
3 cucharadas de harina.
Nuez moscada a gusto.
Sal a gusto.
Pimienta a gusto.
1 cucharada de aceite.
100g de queso de rallar.
6 claras.
1/4 de cucharadita de azafrán o cúrcuma.
100g de mozzarella descremada.

preparación

Vierta en una cacerolita la leche fria y agreguele las 3 cdas de harina.
Mezcle con un batidorcito hasta dispersar bien la harina. Siga batiendo sobre fuego fuerte hasta que la mezcla hierva y se convierta en una salsa muy lisita y espesa. Retire del fuego.
Pongala en un bol, agreguele la cucharada de aceite y sazone a gusto con sal, pimienta y nuez moscada.


Revuelva con cuchara de madera hasta mezclar bien.
Coloree la salsa con el azafran, la curcuma o colorante vegetal (es a gusto).
Mezcle, deje enfriar y ya estara lista la salsa blanca dietetica.
Ahora corte el queso de rallar en trocitos y rallelo comodamente en la picadora.
Aparte 2 cucharadas del queso rallado y agregue el resto a la salsa blanca.
Corte la mozzarella en cuadraditos y agregueselos a la salsa blanca que esta en el bol.
En otro bol bata las claras a punto de nieve bien firme. Agregueselas a la salsa blanca y mezcle con movimientos envolventes para que la preparacion siga quedando esponjosa.
Enmanteque cazuelitas individuales de una capacidad tal que la preparacion llegue solo a las 3/4 partes de la altura del recipiente (la misma recomendacion es valida si opto por una fuente termica).
Vuelque la preparacion en las cazuelitas o el molde, cuidando de no pasarce del limite para que al cocinar no se desborden.
Espolvoree la mezcla que esta en las cazuelitas con las 2 cucharadas de queso rallado reservadas. Es apenas un toquecito para gratinar.
Ahora moje con agua un cuchillo y haga un corte circular en la superficie del souffle, cerca del borde de cada una de las cazuelitas, como si le estuviera marcando el contorno de un sombrero.
Coloque las cazuelitas en horno caliente durante 25 minutos aproximadamente (unos 45, si lo cocina en la fuente). O hasta que el souffle crezca por sobre el borde del recipiente y asome su cabeza bien doradita.
Sirvalo enseguida antes de que se enfrie y hunda.